He regresado para continuar con mi cuento, me encanta el interés que pude haber despertado en quien me lee en este momento, debe ser porque logré tocar una cualidad tan intrínseca de la naturaleza humana que algunos creen no la tienen, pero todos, absolutamente todos la tenemos y es la curiosidad.
Si pienso en un personaje de ciencia ficción creo que con quien más me identificaría es con Ironman en lo que se refiere al implante que llevo dentro (espero que lo hayan visto en algún momento), el sujeto depende de un reactor que le ayuda a mantenerse vivo a través de un electroimán salvavidas que lo lleva en su pecho pero que en “Avengers: Endgame (2019)” en una escena donde Antman le produce una arritmia para realizar una distracción, es Thor su desfibrilador, a través de su martillo le produce una descarga eléctrica que lo salva y saca de esa crisis cardiaca. Bueno, gráficamente es lo más parecido que puedo describir de lo que me pasa cuando aparece una arritmia, aunque en ese caso es algo jocoso para mi gusto porque en realidad asusta mucho, lo malo es que Thor no viene a darme la descarga, oh Dios del trueno donde has estado todo este tiempo, seguro si vinieras el susto de convertiría en gozo.
Les dejo el link de la escena, https://www.youtube.com/watch?v=oveZ_X_MBe8
Entre sus pensamientos curiosos pueden imaginar qué es lo que llevo dentro, bueno, es una cajita con una minicomputadora, una pila y unos cables, a propósito son palpables y están conectados a puntos claves del corazón, obsérvese la imagen.
Confieso que al principio tocar los cables y el desfibrilador me daba escalofríos pero con el tiempo me fui acostumbrando y ahora ni pienso en ellos. Y la pila por supuesto que hay que cambiarla, debe de durar unos 7 años aproximadamente, llevo 3 cambios y si haces los cálculos seguro te darán en promedio 21 años que llevaría con el implante pero en una ocasión sólo duró dos, motivo: aislamiento natural de los electrodos.
Ahora te hablaré del impacto emocional de este cambio, en un principio vivía muy ansiosa, sobre todo después de las primeras descargas, (hablando de ello esas fueron falsas pues la programación que realizaron tenían una sensibilidad muy alta, la orden actual es ejecutarse cuando se presenten 180 latidos por minuto y para ese momento fue de menores pulsaciones). El impacto emocional ha sido fuerte, es obvio que ha despertado en mí un trastorno de ansiedad debido a una enfermedad de base que incluye síntomas de alta preocupación o pánico intensos que son directamente causados por un problema de salud físico. Así que no puedo negar que eso me ha mantenido en vilo por mucho tiempo, de hecho tengo una pequeña manía y es palpar el pulso en la muñeca muy frecuentemente.
Como me dicen los expertos, es muy natural tener esos estados ya que la naturaleza de la enfermedad opera de la siguiente manera, en algunos casos la arritmia se produce silenciosa, no se sienten palpitaciones, no tengo tiempo para prepararme mentalmente para la descarga, simplemente sucede y lo llamativo es que algunas aparecían tipo 3 de la mañana, así que un sacudón de la nada a esa hora genera cualquier tipo de estrés y miedo natural. Otras arritmias se sienten con las palpitaciones y son progresivas pues van aumentando las pulsaciones, en ese caso si tengo tiempo para prepararme, (aunque a veces no alcanzan el umbral y desaparecen al rato) para ello cargo siempre un pulsómetro y cuando veo que llega a 180 lpm aprieto todo el cuerpo o el culito como dirían algunos para el fuerte impacto que es como pasar a otra dimensión. Adicionalmente me queda un leve dolor en el pecho que desaparece pasados unos minutos.
¿Qué si he tenido descargas seguidas, es decir una detrás de otra en el mismo lapso de tiempo porque el corazón no deja de latir rápido?, SI las he tenido, en ese caso debo ir a urgencias y allá por la vena yugular me inyectan algo que se llama amiodarona, esa sustancia baja el ritmo cardiaco. Sólo en una oportunidad me doparon para realizarlo con el desfibrilador tradicional, el de las películas, ese si deja la piel quemada y un molesto ardor por unos días.
Dato curioso: Soy famosa en la comunidad médica de especialistas del corazón, sé que algunos no me conocen por mi nombre pero sí por ser esa mujer que peculiarmente tiene una condición cardiaca muy rara a tan temprana edad. Mi papá, un ser que amo con todo mi corazón y quien es mi fiel acompañante en todo este proceso casi siempre pasa por ser el paciente, (ese muchacho es admirable por su energía, vitalidad y está más sano que este pechito) cuando en realidad soy yo, jajaja. Pero es que si me ves a menos que te lo diga no te imaginarías nada de lo que te estoy contando. A propósito de enfermedad rara, soy la única de toda la familia que la tiene, a raíz de eso le hicieron estudios a mis papás, hermana e hija y por ahora ninguno es positivo, lo que sí les puedo contar es que tuve que hacer una investigación sobre la muerte de mis antepasados y conseguí datos muy interesantes.
A mi favor puedo decir que he desarrollado una condición de resiliencia y aceptación altos pues he aprendido a vivir con ello de manera estoica, en algún momento quería encontrar respuestas, sentía que era algo que no merecía, así que entre tantos pensamientos imaginé que en mis vidas pasadas había hecho algo malo (no creo en la reencarnación jajaja pero lo pensé), en otras cuestionaba a Dios, en otras me sentía desafortunada, quería encontrar el motivo del por qué me tocó a mi, hasta que llegó el momento en qué decidí pasar la página y pensar de manera positiva, descubrí que era lo más sano para mi, disfrutar lo que tenía y no gastar el tiempo en cosas que no podía solucionar, aceptar lo que había y seguir avanzando con lo que tenía a mi disposición, eso me dió una nueva mirada de la vida, ella es corta y hay que disfrutarla al máximo a veces se nos olvida eso y la desperdiciamos en cosas que no valen la pena, así que por ese motivo me siento especial como lo expresé en el relato anterior, soy altamente fuerte y resiliente.
Mi vida cambio también en otros aspectos, de ser altamente activa físicamente me convertí en una persona muy cuidadosa del movimiento físico, tuve que eliminar el alcohol por completo, no tomar café, coca cola, bebidas oscuras, bebidas energizantes y tener mucho cuidado con medicamentos como jarabe para la tos y antigripales entre otros ya que ellos aceleran el ritmo cardiaco. Ahora tomo pastillas para el corazón, jajajaja, dice mi mamá como una gallinita que pica maíz, ellos son los antiarrítmicos que tienen como efecto secundario una tensión arterial baja, pero hay uno muy particular, se llama amiodarona, la misma que me ponen por la yugular si los latidos rápidos no descienden y se caracteriza por convertirte en pitufo, sí, pitufina en mi caso pues con la exposición prolongada al sol te pone la piel azul.
Ah y de las emociones fuertes aún no descubro el patrón que desata las arritmias, por más que lo intento no lo descifro, eso me llevó a asumir una actitud de calma, es lo mejor para el corazón. Sé que les asalta otra curiosidad, pero les diré que para eso no me a afectado, dicen que el sexo es bueno para el corazón y en mi caso se los confirmo por completo.
Como fin de este relato, aprovecho para dar las gracias a mi familia, amigos y médicos, sin ellos este proceso habría sido sumamente difícil, otro gran aprendizaje para mi, sentir y gozar el amor verdadero de los que estoy segura me aman por lo que soy. Agradezco a ellos su paciencia, su comprensión, su tiempo, su dedicación, su pasión y su entrega de amor, realmente en este tipo de circunstancias le das un valor monumental a esas personas que te quieren por lo que eres en tu interior, ellas se convierten en ángeles que le dan total sentido y propósito a tu vida.