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Mujeres con Ikigai: La historia de Elena

Hablando de mujeres con ikigai, conocí a Elena hace unos años cuando asistí a una clase de baile de bachata. Ella era una de las instructoras y desde el primer momento me di cuenta de su gran pasión por la danza, era evidente en su forma de enseñar y en la energía que transmitía.

Recuerdo que un día después de clase salimos con ella a tomar algo con otras estudiantes de la clase y entre tantas conversaciones nos contó que era una mujer de la “edad media” (y todas nos reímos porque bromeamos con la trilogía del señor de los anillos), y que en ese momento atravesaba una crisis de pareja que llevaba ya unos meses. Al parecer, había sido muy feliz con su esposo por varios años, pero el fantasma de la rutina y los silencios aparecieron, estaban perdiendo la conexión emocionalmente y las peleas eran el pan de cada día. Sus niveles de estrés, tristeza y ansiedad eran muy elevados. De hecho, confesó que esa situación la había tenido muy desmotivada para hacer muchas cosas, entre ellas, darle una atención adecuada a sus dos hijos: un chico adolescente y una niña con visitas frecuentes del ratón Pérez.

En algún momento, algo recordó y no pudo contener las lágrimas. Nos pidió perdón por su vulnerabilidad y se sintió muy angustiada. Esa actitud suya me llegó al alma y me sentí en sintonía con su dolor. Tatiana, una chica del grupo, la abrazó y dijo:

“No seas boba profe, usted es una persona muy especial y va a salir de esto fuerte. Seguro el man tiene otra, pero no importa, nos tiene a nosotras pa’ las que sea. Cuente con nuestra compañía y apoyo.” (Bueno, así somos las chicas, si se la hacen a una, se la hacen a todas, apoyo femenino total).

Elena, la profe, de pronto se secó las lágrimas y dijo:

“Sí, muchachas, es difícil no sentir algo, pero es cierto. Soy fuerte, no me lo van a creer, pero soy psicóloga. Así que nosotras también tenemos nuestras crisis y lloramos porque las emociones nos superan. Pero sé que esto es temporal y de esto saldré. Afortunadamente, este espacio de baile es la actividad que más disfruto en la vida, me desconecta de la realidad, siento que vuelo cuando lo hago. Es mi terapia personal, me ayuda muchísimo a liberar tensión, me conecta con otras personas y me da tranquilidad. Siempre había amado la danza, pero nunca había tenido el tiempo o la oportunidad de explorar mi pasión, y esta situaciòn me llevó a pensar en mí y abrir espacios para hacer lo que disfruto con el alma.”

Esa crisis llevó a Elena a decidir hacer un cambio en su vida, pues se dio cuenta de que su pasión por la danza era algo que realmente la hacía feliz y le daba energía para enfrentar su día a día como persona, mujer, esposa y madre. Con el pasar de los meses, hizo cambios y comenzó a combinar su amor por la danza con su experiencia como psicóloga para crear algo nuevo y único. Empezó a dar talleres de baile en ritmos tropicales diseñados para ayudar a las personas a conectarse con su cuerpo y sus emociones de una manera más profunda.

Sin querer, terminamos siendo amigas, ya que yo también atravesaba por mi propia crisis. Elena me escuchaba y me brindaba un gran apoyo emocional. A través de ella, aprendí que mientras se enfocaba en su pasión por la danza, también ayudaba a otras personas. El hecho de que su trabajo como instructora de danza le permitiera compartir su amor por el baile con otros la hizo sentir más realizada y satisfecha en su vida diaria.

Con el tiempo, Elena y su esposo fueron capaces de reconectar y trabajar juntos en su relación, logrando superar la crisis. Ella me comentó que gracias a la puesta en práctica de su mayor pasión, encontró su equilibrio emocional durante este período difícil y esto le ayudó a sentirse en calma para reflexionar sobre su vida y su relación.

En definitiva, Elena encontró su Ikigai en la combinación de su amor por la danza y su experiencia como psicóloga, ella es una de esas mujeres con ikigai. A través de su trabajo como instructora de baile y terapeuta, ha podido ayudar a muchas personas a conectarse con su cuerpo y sus emociones de una manera más profunda y significativa. Esta experiencia demuestra cómo encontrar su Ikigai puede transformar profundamente la vida de una persona y darle un sentido de propósito y significado.

Mujeres con ikigai, mujeres con sentido y propósito.

Astrid Montoya

Mentora de Liderazgo y Empoderamiento Personal | Experta en Ikigai para mujeres.

Astrid Montoya

Mentora de Liderazgo y Empoderamiento Personal | Experta en Ikigai para mujeres.