Esta es una pregunta que escucho frecuentemente en las sesiones de mentoría que imparto. Encontrar el ikigai puede ser un desafío personal cuando no tenemos claro cuál es ni cómo identificarlo. Todos queremos llevar una vida plena, y una de las claves para lograrlo es saber qué nos hace levantarnos cada mañana con energía e ilusión. Ese sentido de la vida es lo que llamamos ikigai.
¿Cómo encuentro mi ikigai?
El ikigai es esa pasión, esa chispa de energía o esa ilusión que me impulsa a levantarme cada mañana. Muchas personas sienten que no tienen un ikigai; dicen no tener una pasión que los inspire. Otras tienen una intuición vaga, pero no dedican tiempo a desarrollarla. También están aquellos que saben qué los apasiona, pero no lo practican, y finalmente, quienes lo tienen claro y lo ejercen a diario.
¿Cómo puedes descubrirlo?
Para ilustrarlo, te contaré sobre alguien que conocí, alguien con un talento increíble que no sabía qué era el ikigai. Cuando supo que yo hablaba sobre el tema, me dijo: «Quiero saber más.» Le respondí: «Claro que sí», y le expliqué de qué trata esta filosofía, con todos sus detalles. Dudando, me confesó: «Tengo una pasión desde niño, la he desarrollado con los años. Es algo que me encanta, y cuando lo hago, pierdo la noción del tiempo. Pero no sé si eso es ikigai.» Le pregunté: «Cuéntame, ¿qué es eso que disfrutas tanto y que te hace perder la noción del tiempo?»
«Me encanta escribir», respondió. «Es algo que me transporta a otro mundo. Mi mente se desconecta y puedo ser yo mismo. Me gusta escribir historias de fantasía. Tengo unos autores favoritos que leo y analizo, intentando descubrir sus patrones, sus tramas, lo que hace único a cada uno. Me encanta leer historia y biografías, inspirarme en ellas para crear personajes y mundos. También me fascina la geografía; cuando tengo una idea, necesito crear un mapa real para darle coherencia a la historia. Además, disfruto creando tramas ocultas que añaden misterio a lo que escribo. Me gusta que lo que escribo invite a la reflexión y deje una enseñanza.»
Le respondí: «Ese es tu ikigai. Lo has descrito con tanta pasión que quiero leerte cuanto antes.»
¿Cómo identificar tu ikigai?
A veces, nuestro ikigai ya está en nuestras vidas, pero no lo hemos identificado claramente. Aquí algunas claves para saber cómo encuentro mi ikigai:
- Recuerda tu infancia: Piensa en las actividades que disfrutabas cuando eras niño, cuando el tiempo parecía volar.
- Rememora tu adolescencia: Reflexiona sobre esas actividades que disfrutabas y que hacían que el tiempo desapareciera.
- Imagina tu vida sin preocupaciones económicas: Supón que te ganas la lotería, pagas todas tus deudas y tienes dinero para siempre. ¿A qué actividades te dedicarías solo por el placer de hacerlas?
- Ahora, compara las respuestas de estas tres preguntas. Lo que tienen en común te acercará a tu ikigai, a esa pasión que realizas con absoluta entrega.
Talento vs. pasión: No los confundas
Una advertencia importante: No confundas tu talento con tu pasión. En ocasiones, la tradición familiar o las expectativas sociales nos llevan a desarrollar habilidades en áreas que no son nuestras verdaderas pasiones. Por ejemplo, Karen, una joven que conocí, era excelente en derecho. Su padre, un político destacado, desde pequeña le inculcó ser una gran abogada. Entró joven a la universidad y era de las mejores estudiantes. Sin embargo, me confesó que su verdadera pasión era la ingeniería de sistemas, pero no podía defraudar a su padre.
La importancia de la autorreflexión
Por eso, es crucial realizar una profunda autorreflexión. Conocerse bien, ser valiente y confiar en nuestro ser interior. Al enfrentarte a tu pasión, puede que descubras que aún no eres tan bueno en ella, pero habrás resuelto la pregunta de ¿Cómo encuentro mi ikigai?. Pero esa chispa que te enciende por dentro te llevará al entrenamiento constante, día a día. Poco a poco, la magia sucederá, y te darás cuenta de que habrás desarrollado un talento en aquello que realmente te apasiona.
