Al explorar el significado del Ikigai y cómo encontrarlo, nos topamos con una propuesta popular que involucra cuatro círculos interconectados que representan cuatro dimensiones fundamentales: la pasión, la vocación, la misión y la profesión de cada persona. Estas dimensiones se entrelazan en un punto central que señala el verdadero Ikigai, o sentido de la vida. Estos círculos nos instan a hacer cuatro preguntas esenciales:
¿Qué es lo que amas? – Pasión
El primer círculo nos lleva a explorar nuestras pasiones. ¿Qué actividades te llenan de alegría y entusiasmo? Identificar lo que amas es el primer paso hacia la búsqueda de tu Ikigai.
¿Qué se te da bien y te es fácil realizar? – Talento
El segundo círculo se centra en tus habilidades y talentos innatos. Reconocer en qué áreas sobresales es fundamental.
¿Qué crees que el mundo necesita de ti? – Vocación
La tercera dimensión se refiere a la contribución que deseas hacer a la sociedad y al mundo en general. ¿Qué crees que el mundo necesita de ti? Esta pregunta te conecta con una misión más amplia en la vida.
¿Por qué te pagarían otras personas? – Profesión
El cuarto círculo se relaciona con la dimensión económica. ¿Cómo puedes ganarte la vida a través de tus pasiones y habilidades? Si bien la remuneración no debe ser el único factor, es relevante en la ecuación.
Origen de las cuatro dimensiones
El concepto de Ikigai se popularizó en gran medida gracias a un blogger y mentor llamado Mark Winn. Se inspiró en una charla de Ted Talks titulada «How to live to be 100+» presentada por Dan Buettner. En esta charla, Buettner exploró el concepto del Ikigai como una parte fundamental de la vida de los habitantes de la isla de Okinawa, una de las zonas azules del planeta conocidas por la longevidad y la salud de sus habitantes. Mark Winn interpretó esta idea y creó los cuatro círculos mencionados anteriormente como una guía para descubrir el Ikigai.
Preguntas de reflexión sobre el Ikigai
¿Qué pasaría si haces lo que amas, eres bueno en eso, pero no es lo que el mundo necesita?
En este escenario, podrías estar dedicando tiempo y esfuerzo a una pasión o habilidad en la que eres experto, pero que no tiene una relevancia significativa en la sociedad. A pesar de la satisfacción personal, puede faltar un sentido de propósito y utilidad social.
¿Qué pasaría si haces lo que amas y lo que el mundo necesita, pero no eres bueno?
En este caso, puedes estar involucrado en una causa que apasiona y que es valiosa para la sociedad, pero careces de las habilidades necesarias para contribuir de manera efectiva. Aunque te esfuerces, es posible que no logres un impacto significativo debido a tus limitaciones en esa área.
¿Qué pasaría si eres bueno haciéndolo y es lo que el mundo necesita, pero no es lo que te apasiona?
Imagina que trabajas en una carrera en la que tienes éxito y que contribuye a resolver problemas importantes, pero no sientes una profunda pasión por lo que haces. Esto puede llevar a una sensación de vacío o falta de significado en tu vida, a pesar de tu éxito profesional.
¿Qué pasaría si haces lo que amas, eres bueno haciéndolo y es lo que el mundo necesita pero no puedes ser remunerado? Si haces lo que amas, eres talentoso en ello y tu contribución es algo que el mundo necesita, pero no puedes ser remunerado, te encuentras en una situación que plantea preguntas interesantes sobre el equilibrio entre la pasión y la sostenibilidad económica. Aunque es una situación en la que muchas personas se encuentran, plantea ciertos desafíos y consideraciones importantes.
¿Significa que no vives tu Ikigai?
No necesariamente. El verdadero Ikigai es una fuente de alegría interna, una actividad que te absorbe por completo, donde el tiempo se detiene y te sientes completamente desconectado de la realidad. Puede ser cualquier cosa, desde pintar, practicar un deporte, cuidar a tus seres queridos o incluso contribuir a la sociedad. La clave es que esta actividad te brinde paz, gozo, motivación y crecimiento personal. En muchos casos, vivir el Ikigai va más allá de la remuneración económica y se encuentra en la satisfacción y el sentido que te brinda en la vida.
Encontrar tu Ikigai y Sentido de Vida
El concepto de Ikigai se relaciona estrechamente con descubrir tu propósito y sentido de vida. A menudo se debate si llevar tus pasiones y talentos al ámbito económico es beneficioso o contraproducente para tu bienestar. Si puedes convertir tu Ikigai en tu fuente principal de ingresos y, al mismo tiempo, contribuir al bienestar de los demás, habrás logrado un hito importante en tu vida pues ese es el escenario que representa la plenitud total y la realización ideal.
Sin embargo, es importante comprender que no cumplir con esta regla no debe ser motivo de frustración. El Ikigai puede vivirse desde la pasión y aún así ser una fuente de paz, alegría, y bienestar. La clave es que la actividad que elijas te brinde un sentido de crecimiento personal, satisfacción y la capacidad de disfrutar cada día al máximo.
Descubrir tu Ikigai y sentido de vida es un proceso único y personal. Por ese motivo he desarrollado mi modelo iki-hexagonal, una propuesta que te lleva a realizar una inmersión personal, para conocerte profundamente y tomar decisiones informadas que te permitan vivir en armonia y equilibrio, siempre dando prioridad a tu paz y bienestar.
